Transporte público durante una pandemia: cómo ayudan a mantener la distancia las soluciones tecnológicas

Desde el comienzo de la pandemia en 2020, la Autoridad de Transporte Metropolitano de Nueva York (MTA) ha experimentado un importante descenso en el número de pasajeros, y la mayoría de los expertos del sector del transporte público creen que los efectos de la pandemia de Covid-19 se seguirán sintiendo. Puesto que el 88 % de las agencias de transporte informan sobre descensos similares a los experimentados en Nueva York (fuente: Mass Transit survey, Executive Summary: Impacts of Covid-19 and Smart Transit Trends, 4 de diciembre de 2020), recuperar a estos viajeros va a ser de vital importancia para el sector. Para hacer este reto todavía más complicado, la confianza de los ciudadanos en el transporte público durante la pandemia se ha deteriorado. Esta actitud, en parte, es una reacción ante el riesgo para la salud de todos los puntos de contacto físico, las inevitables interacciones que hay entre los pasajeros y la necesidad de las agencias de mantener un servicio de transporte eficiente, es decir, colectivo.

Por el momento, los sistemas de transporte público de todo el mundo han implementado nuevas políticas de seguridad específicas como respuesta ante Covid-19. Además de esfuerzos como las mascarillas y la desinfección regular, se espera que la tecnología también desempeñe un papel fundamental para prevenir la propagación de infecciones dentro de nuestros sistemas de transporte. Por ejemplo, se espera que se doblen las inversiones en el escaneado térmico de los pasajeros, así como el uso de la monitorización electrónica del comportamiento de los pasajeros (fuente: Mass Transit survey, Executive Summary: Impacts of Covid-19 and Smart Transit Trends, 4 de diciembre de 2020). La transición a un sistema de transporte «inteligente» se ha convertido en una prioridad en todo el sector.

Estos servicios inteligentes empiezan con la implementación de medios de pago sin contacto o automáticos. Aunque antes se consideraba «un complemento atractivo», esta tecnología se ha convertido en una verdadera necesidad al tener que minimizar la interacción entre el personal y los pasajeros del transporte público; y todo ello con la finalidad de proteger la seguridad de ambas partes.

Para los pasajeros, una solución pueden ser las aplicaciones de movilidad que ya tienen instaladas en sus teléfonos, que también se pueden mejorar para que ofrezcan actualizaciones en tiempo real. Los pasajeros pueden llegar a sus estaciones o paradas poco antes de que llegue el vehículo que quieren coger, evitando aglomeraciones o largas colas en las que no se respete la distancia social.

Para los operadores, las posibles soluciones incluyen sistemas automáticos para monitorizar la ocupación de pasajeros y, que permitan guardar la distancia social en autobuses y trenes. Todo ello combinado con unos horarios dinámicos basados en la demanda en tiempo real o prevista, lo que no solo facilita la distancia social, sino que también mejora la experiencia del cliente.

Por supuesto, estas tecnologías no son una novedad, y varias agencias de transporte de todo el mundo ya las han desarrollado completamente y también las han implementado. Por suerte, las soluciones de previsibilidad de pasajeros, diseñadas originalmente para optimizar las redes, se pueden adaptar fácilmente para respaldar el transporte público durante una pandemia. También son relativamente fáciles de integrar y ofrecen una rentabilidad muy rápida.

Las primeras y más importantes entre estas son los sistemas de recuento automático de viajeros (APC, por sus siglas en inglés), que registran el número de pasajeros que suben y bajan en cada parada. Dado que los sistemas APC son la base para obtener los datos de ocupación en tiempo real, un número cada vez mayor de autoridades de transporte también está ofreciendo esta información a sus pasajeros. Esto se hace normalmente a través de otra tecnología común, los sistemas de información al pasajero (PIS, por sus siglas en inglés), que indican la ocupación actual, el tiempo de espera e incluso qué vagones o autobuses están menos llenos, ofreciendo así más posibilidades de distancia social.

Especialmente durante la situación pandémica actual a causa de la Covid-19, estos datos permiten a los ciudadanos planificar sus viajes y modificar sus hábitos en consecuencia. A su vez, los sistemas APC permiten a los planificadores de transporte identificar patrones de aglomeraciones y ajustar el servicio para distribuir la ocupación de pasajeros de forma uniforme, modificando a su vez el número de viajes y vehículos, especialmente durante las horas pico.

Con la ayuda de la inteligencia artificial (IA), los datos proporcionados por los sistemas APC se pueden analizar para ofrecer a los operadores una visión general sobre los movimientos de los ciudadanos. Así, se facilita la gestión de la ocupación de pasajeros, y de la distancia entre ellos, en toda la red de transporte. Los responsables de transporte solo podrán entender las relaciones entre los ciudadanos, los procedimientos y los vehículos a través de la consideración de la red como un todo unitario para, de este modo, determinar la forma óptima de garantizar la distancia social.

Mientras que las pantallas de plástico y los sistemas de pago sin contacto, como la MetroCard de MTA, pueden ayudar a proteger a los conductores de autobús de cualquier infección, los pasajeros tienen que decidir con rapidez si se suben a un vehículo o no, sin saber con anterioridad si podrán mantener la distancia social una vez estén dentro del autobús, por ejemplo.

Por ello, en julio de 2020, la MTA lanzó una nueva función de seguimiento de la capacidad en su página web y en la aplicación MYmta, la cual permite a los ciudadanos comprobar el número de pasajeros que ya van en el autobús antes de que este llegue. El objetivo de esta nueva función era

reducir las aglomeraciones mostrando a los viajeros qué autobuses ya están cerca de alcanzar el límite de capacidad

a partir del cual no es posible mantener la distancia social y ofreciéndoles la posibilidad de elegir si esperar al siguiente autobús o buscar otras alternativas de viaje. «Con este proyecto piloto de MYmta, los usuarios del autobús pueden decidir si quieren separarse un poco más cuando la capacidad así lo permita», explicó Sarah Feinberg, presidenta interina de la Autoridad de Tránsito de Nueva York.

Las cifras de pasajeros en tiempo real se determinan utilizando detectores IRMA MATRIX de iris, los cuales ya se han instalado en 2500 autobuses (aproximadamente, el 40 % de la flota total de MTA) desde que se inició el proyecto en 2017. El sistema APC consiste en un módem en tiempo real a bordo del autobús que se comunica a través de la nube con un ordenador central, el cual transmite los datos de los sensores. Estos se colocan en la parte superior de las puertas de los autobuses y usan infrarrojos y una tecnología de patrones de imágenes en 3D para contabilizar el número de personas que suben y bajan.

Además de otras medidas de seguridad que ha tomado la Autoridad de Tránsito de Nueva York, tales como el uso de mascarillas y de desinfectante para las manos, las cifras de ocupación de pasajeros ofrecen a los viajeros todas las herramientas disponibles para maximizar la distancia social. Craig Cipriano, presidente de MTA Bus, lo resume del siguiente modo: «Mientras seguimos conviviendo con esta pandemia, sabemos lo importante que es proporcionar el servicio más seguro y eficiente que podamos».

Mantener una distancia segura entre pasajeros dependerá de la capacidad de los responsables de transporte no solo para monitorizar la ocupación de pasajeros y las aglomeraciones a través de sistemas APC, sino también para tomar medidas preventivas que permitan garantizar que de verdad se mantiene la distancia social. Al comprender la densidad de las aglomeraciones y los flujos de pasajeros, los responsables podrán mejorar los procedimientos habituales, tales como la desinfección, y pasar de un plan de limpieza fijo a uno basado en las necesidades específicas de cada momento. Del mismo modo, podrán tomar medidas decisivas en toda la red, limitando la entrada a estaciones de metro demasiado llenas, informando sobre zonas libres en el andén y dirigiendo a los pasajeros a autobuses o vagones con menor ocupación. Otra ventaja de esta mejora es la reducción de los tiempos de conexión para los pasajeros.

Una vez se hayan levantado las restricciones relacionadas con la Covid-19, no parece realista que se vuelva rápidamente a las cifras de transporte público previas a la pandemia. En parte se debe a que muchas personas seguirán trabajando desde casa, pero también a que los pasajeros necesitan volver a confiar en la seguridad del transporte público. Restaurar la confianza de los ciudadanos será la clave para la recuperación del transporte colectivo. Una forma de conseguirlo es animar a los pasajeros a tomar decisiones más informadas sobre sus viajes.

De nuevo, los sistemas APC pueden proporcionar los datos necesarios. Esta información, reflejada en tiempo real en pantallas dinámicas y aplicaciones móviles, permitirá a los pasajeros ver qué estaciones de metro están menos saturadas antes de iniciar su viaje. Y, mientras viajan, pueden recibir actualizaciones sobre la longitud de las colas, cuál es el mejor lugar para esperar y qué vehículos están menos llenos. A su vez, a través de la comunicación del tiempo transcurrido entre la última limpieza y otras medidas de prevención, los operadores también pueden demostrar su compromiso para ofrecer un entorno de viaje higiénico, además de conseguir que los viajeros confíen en el transporte público.

Obviamente, muchas agencias de transporte público ya usaban tecnologías APC antes de la pandemia de la Covid-19 para monitorizar los flujos de pasajeros y la ocupación, así como en la planificación. [Link zur iris-References-Seite] Dado que las cifras de viajeros están volviendo a crecer pero a ritmos diferentes, es posible que las agencias perciban grandes anomalías en la ocupación de pasajeros, incluso dentro de la misma red, en lo que a las grandes zonas metropolitanas se refiere.

Estas agencias ya están utilizando detectores APC y programas de análisis para obtener una visión general en tiempo real de las cifras, flujos, tiempos de espera y ocupación de pasajeros, la cual se traducirá en muchos beneficios derivados de estas tecnologías tras la pandemia. Gracias a la planificación basada en el análisis del comportamiento de los pasajeros, todo (horarios, rutas, plantillas, mantenimiento y limpieza, por ejemplo) se puede ajustar para que refleje los patrones de viaje y las exigencias cambiantes.

Proteger a los pasajeros con la distancia social seguirá formando parte de las obligaciones de los operadores durante los próximos meses. Las agencias solo pueden confiar en regular los factores de ocupación, minimizar la congestión y mantener la seguridad de sus clientes conociendo el número de pasajeros, los movimientos y los tiempos de espera, información que se basa en datos en tiempo real.

Por suerte, instalando la tecnología adecuada, los operadores pueden garantizar la distancia social, evitar aglomeraciones en los trasbordos y planificar viajes en transporte público más inteligentes y seguros en el futuro.